Todas las calles del mundo son iguales, o al menos me lo parecen... asfaltadas o polvorientas. Hay quien critica a los norteamericanos, a los negros, a los árabes, a los chinos, a los gitanos, a los judios, a los españoles, a los suecos… ( ¡ Maldito IKEA!) El ser humano es la misma jodida mierda en todas partes. “ Párate” a dos simples cuadras, o a dos manzanas de casa… ( es igual) y enciende un cigarrillo. El humo sube en todas partes de igual modo… rubio, negro, marihuana… o de liar. La ceniza, es lo que queda después de arder… en Benarés, o en una pequeña placita más allá de mi ventana. Algunos engullen cuatro mil… o más calorías diarias, y luego se “ machacan” en el gimnasio… y otros pasan hambre directamente, y andan kilómetros y más kilómetros para ir a recoger un poco de agua que haría vomitar a una cabra. Eso sí que es todo un mandala. Todo un jodido círculo, nada “ santo” desde luego, que se abre y cierra... con feroz cadencia, cada día de la puta semana. ( El absoluto… horror) Aunque para algunos me temo que es una " fiesta".
sábado, 22 de enero de 2011
seguimos con la paz
Camino por la calle, en línea recta, procurando no cruzar mi vista con nadie… para no tener problemas… pero, siempre hay algún gilipollas… siempre hay quien elige chocarse contigo, e insultarte. Es la sencilla monotonía del que “ viaja” feliz y despreocupado. Pateo casi siempre la acera menos transitada, la más estrecha, observando al descuido la vida alrededor mío. Los muros viejos, fuertes e irreductibles de mis prójimos. La enfermedad, el cambio, la solidaridad… pocas cosas me sorprenden ya, y aun menos me conmueven. Todos los gestos, todas las actitudes, todas las maniobras humanas… tienen un cierto marchamo de falsedad, de opereta… opulenta y vacía. Las buenas, y las malas acciones: La guerra, la amistad, el sexo, la geopolítica… Copulan, hay quien prefiere decir que cohabitan, ( se amanceban más bien) con vehemencia los estados y los gobiernos entre ellos, se dominan, se someten… se cagan… en el más infecto retrete de Calcuta. ¿ Por qué iba a ser diferente sobre las baldosas grises que ando apático, casi escéptico, aquí y allá un día tras otro?. Son los mismos hombres y mujeres… la misma raza “ humana”, capaz de lo mejor y de lo peor… mas invariablemente, se mueven por patéticos impulsos de mando y supremacía. ( Y la excepción no confirma ninguna regla… creedme… busco, y busco y busco… la diferencia)
Todas las calles del mundo son iguales, o al menos me lo parecen... asfaltadas o polvorientas. Hay quien critica a los norteamericanos, a los negros, a los árabes, a los chinos, a los gitanos, a los judios, a los españoles, a los suecos… ( ¡ Maldito IKEA!) El ser humano es la misma jodida mierda en todas partes. “ Párate” a dos simples cuadras, o a dos manzanas de casa… ( es igual) y enciende un cigarrillo. El humo sube en todas partes de igual modo… rubio, negro, marihuana… o de liar. La ceniza, es lo que queda después de arder… en Benarés, o en una pequeña placita más allá de mi ventana. Algunos engullen cuatro mil… o más calorías diarias, y luego se “ machacan” en el gimnasio… y otros pasan hambre directamente, y andan kilómetros y más kilómetros para ir a recoger un poco de agua que haría vomitar a una cabra. Eso sí que es todo un mandala. Todo un jodido círculo, nada “ santo” desde luego, que se abre y cierra... con feroz cadencia, cada día de la puta semana. ( El absoluto… horror) Aunque para algunos me temo que es una " fiesta".
Todas las calles del mundo son iguales, o al menos me lo parecen... asfaltadas o polvorientas. Hay quien critica a los norteamericanos, a los negros, a los árabes, a los chinos, a los gitanos, a los judios, a los españoles, a los suecos… ( ¡ Maldito IKEA!) El ser humano es la misma jodida mierda en todas partes. “ Párate” a dos simples cuadras, o a dos manzanas de casa… ( es igual) y enciende un cigarrillo. El humo sube en todas partes de igual modo… rubio, negro, marihuana… o de liar. La ceniza, es lo que queda después de arder… en Benarés, o en una pequeña placita más allá de mi ventana. Algunos engullen cuatro mil… o más calorías diarias, y luego se “ machacan” en el gimnasio… y otros pasan hambre directamente, y andan kilómetros y más kilómetros para ir a recoger un poco de agua que haría vomitar a una cabra. Eso sí que es todo un mandala. Todo un jodido círculo, nada “ santo” desde luego, que se abre y cierra... con feroz cadencia, cada día de la puta semana. ( El absoluto… horror) Aunque para algunos me temo que es una " fiesta".
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